Muy bien, has hecho el curso completo. Ahora sabes qué puedes esperar de una prueba de guión, sabes enfrentarte a un monólogo, sabes cómo plantear una entrevista y cómo pensar un buen puñado de preguntas para hacer un pequeño concurso.
¿Te convierte eso en un buen guionista?
Bueno, no es tan fácil… Más allá de las técnicas concretos y consejos prácticos que hemos repasado hay algunas aptitudes que debes trabajar para convertirte en un profesional al que no le faltará nunca trabajo.